Biografía
Nací en Tucumán, Argentina, a mediados del siglo pasado. Según puedo recordar, desde muy chico me interesó la lectura de diarios y revistas y, más adelante, libros. Pero ese interés, que era mucho, sólo era la mitad del camino: uno siempre quiere hacer la experiencia propia y completa. De modo que según aprendía a escribir, empecé a producir mi propio material de lectura, naturalmente para que la leyeran los demás. Y así fui componiendo comics, periódicos escolares y estudiantiles e imposibles novelas. Después estudié periodismo. Después pensé que debía convertirme en un escritor en serio y me hice historietista. Durante 23 años realicé historietas para editoriales de Argentina y España. Un día las editoriales de aquí y de afuera entraron en crisis. Fue el momento en que afloró otro de mis esenciales intereses: los asuntos sociales. Me convertí en operador social y trabajé durante casi veinte años atendiendo problemáticas infantiles y juveniles en zonas marginales de Buenos Aires. Allí organicé talleres de periodismo, historietas y literatura. Y dirigí y conduje varias publicaciones de interés social: entre otras “Amanecer al margen”, “Utopía juvenil”, “Pichón de Carrillo”, y “Chicos de la calle en Buenos Aires”. Esta última revista, producida por el Gobierno de la Ciudad, fue considerada de interés nacional por el Congreso de la Nación. En tanto me consideré en condiciones de escribir novelas menos imposibles que las iniciales. Publiqué entre otras, “La casa de las ánimas” (Creer creando, 2005), “El Familiar, una historia de terror” (Editorial Estrada 2009), “El paraguas que hacía llover” (Abran cancha, 2012), “El Furo” (Editorial Amauta 2010); y también un libro periodístico-social sobre la creación de una murga de chicos en situación de riesgo: “La murguita del CAI” (Ediciones Zeta, 2018). Tuve la suerte de recibir un par de reconocimientos: segundo premio de cuento en un concurso de la Feria del Libro, Alija y Editorial Colihue; mención en el concurso español Max Aub y primer premio por revista estudiantil (“Utopia juvenil”) otorgado en 2005 por el Ministerio de Educación de CABA. Pero más que esto me satisface que dos alumnos míos hayan ganado -en 2004- el primer y el segundo premio en un concurso de historietas convocado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Creo que más importante que lo que uno hace, es lo que promueve en los demás. Mejor dicho: lo que promueve en los demás es lo que puede hacer importante a lo que uno hace.